El Parque Nacional del Cañón de Bryce, ubicado en el estado de Utah de los Estados Unidos de Norteamérica, ofrece un tipo de turismo único, casi de otro mundo debido a su característico paisaje. ¿Qué hace a este lugar tan especial? Algo llamado “hoodoos”, un tipo de formación geológica que se encuentra en todos los continentes, pero en ningún otro lugar de nuestro planeta son tan abundantes como en la sección norte del Cañón de Bryce, de hecho, el parque es conocido por albergar la mayor colección de hoodoos del mundo.
Según el Servicio de los Parques Nacionales de los EEUU los hoodoos “son agujas de roca flacas y altas que sobresalen de la parte inferior de las cuencas áridas de la tierra”. Difieren de los pináculos debido a su variable grosor, descrito a menudo por su figura similar a la de un tótem. Los hoodoos se crean en la roca sedimentaria y su forma es una consecuencia de los patrones de erosión que suceden en las capas de roca tanto dura como suave. Dos procesos de erosión moldean continuamente el paisaje del Cañón de Bryce: las intensas nevadas y la lluvia, siendo el primer proceso el de principal importancia debido a los más de 200 ciclos de congelación/descongelación que se registran cada año. Lo que sucede es muy simple: en invierno, la nieve derretida y ya en forma de agua se filtra en las grietas y se vuele a congelar en las noches. Cuando el agua se congela, se expande casi un 10%, por lo que poco a poco estas grietas van cediendo, haciéndose cada vez más anchas y moldeando la roca cual escultor.
¿Un dato curioso? Este fenómeno natural no durará para siempre pues el mismo proceso que creó los hoodoos será, con el tiempo, igualmente agresivo y conducirá a su destrucción. Así que los hoodoos tienen un “ciclo de vida limitado” y Bryce Canyon, como lo conocemos, no existirá para siempre.
Cuando estés en el parque prepárate para recibir sorpresas inmediatas ya que los hoodoos son fáciles de ver para todo el mundo. Mientras los más famosos requieren algún tipo senderismo, todos los visitantes pueden disfrutar de las vistas del anfiteatro del Cañón de Bryce sin ningún tipo de esfuerzo físico. Para los visitantes con espíritu aventurero existen senderos como e”l Navajo Loop” y el “Queen’s Garden” que te llevarán a la base de los hoodoos en la luz del día, pero la aventura no se limita a esto pues allí incluso se pueden disfrutar de “Recorridos bajo la luna llena” asegurando una experiencia totalmente diferente.
Antes de iniciar la caminata en cualquier sendero recuerda estar equipado para la temporada: Bryce puede llegar a ser increíblemente caliente durante el verano e intensamente frío en el invierno y, por razones de seguridad, se recomienda preguntar a los guardaparques del Centro de Visitantes sobre las condiciones del sendero planeado.
El Parque Nacional del Cañón de Bryce es uno de esos lugares en los que tanto las palabras como las fotografías se quedan cortas tratando de describir la belleza del paisaje (y la mayoría de las veces no le hacen justicia). Por ello, en Cultoural.com te recomendamos ciegamente que te aventures a conocer Bryce y los Hoodoos, dejando que su belleza única y majestuosa te sorprenda.
¿Un consejo? Trata de ver los Hoodoos después de la lluvia para observar colores más vibrantes, cuando se cubren de nieve para una belleza contrastante o en medio de la noche para disfrutarles bajo la luz de las estrellas y de la luna.
Para obtener más información sobre los Hoodoos y Bryce Canyon visita: https://www.nps.gov/brca/index.htm
Queremos extender nuestros agradecimientos especiales a Jerika Mays, Justin Powell, al equipo de Youthlinc y al Departamento de Estado de los Estados Unidos de Norteamérica a través de su Iniciativa de Jóvenes Líderes de las Américas (YLAI) por hacer posible nuestra visita a Utah y a Bryce Canyon.