‘Y allí donde se impuso el terror, ahora se crea conciencia’
Todos hemos oído hablar de los campos de concentración: uno de los más horrorosos, conocidos y estudiados sistemas de opresión de nuestra historia reciente. Debido a la cercanía del 27 de enero, Día de Conmemoración Internacional anual en memoria de las víctimas del Holocausto, les presentamos el Espacio Conmemorativo de Dachau en Alemania.
¿Cuál es la importancia de Dachau?
Establecido en marzo de 1933, este fue el primer campo de concentración (inicialmente creado para presos políticos), utilizado como una “escuela de violencia” y modelo a seguir por el “Schutzstaffel” o “Escuadrón de Protección”. Conocida como SS, esta fue la organización responsable de la mayoría de los asesinatos genocidas durante el Holocausto y el régimen nazi de Adolf Hitler. El sistema de campamento de Dachau creció para incluir más 100 satélites o subcampos y al igual que todos los demás campos de concentración: no estaba sujeto a la ley alemana, lo que permitió que allí ocurrieran TODO tipo de atrocidades. Durante sus doce años (casi todo el régimen nazi) más de 200,000 personas de toda Europa fueron encarceladas allí y en sus campos subsidiarios, de los cuales alrededor de 41,500 fueron asesinados y estos números oficiales habrían aumentado, de no haber sido por la llegada de las tropas que, en abril de 1945, liberaron a los sobrevivientes.
¿Quiénes eran enviados a estos campos?
Comunistas, líderes y creyentes religiosos (especialmente judíos), criminales, extranjeros, funcionarios de gobiernos anteriores, homosexuales y básicamente cualquiera que hablara en contra del régimen o que se considerara que “ponía en peligro la seguridad del Estado”.
¿Qué sucedía allí?
Una vez que los prisioneros eran ingresados en las instalaciones, que claramente indicaban en la puerta: “Arbeit macht frei” (“El trabajo les hará libres”), eran despojados de todas sus posesiones (incluida su ropa), divididos en categorías y utilizados como mano de obra esclava. Experimentos médicos brutales que incluyeron hipotermia, intentos de reanimación y pruebas de altitud tuvieron lugar en las instalaciones, cuyas condiciones estaban por debajo de lo aceptable para la dignidad humana, no solo por la falta de saneamiento, sino también por el hecho de estar constantemente superpobladas.
Mientras los presos que eran consideraros no aptos eran asesinados vía gas venenoso, muchos otros murieron por desnutrición, enfermedades, exceso de trabajo o fueron ejecutados en el patio para dar el ejemplo. Muchos se suicidaron desafiando la autoridad de sus opresores, entrando en “áreas prohibidas” o arrojándose a la valla eléctrica y por lo tanto teniendo una “muerte instantánea”.
En aquellos terrenos donde tanta sangre se derramó y tantas almas fueron rotas, existe desde 1965 un espacio conmemorativo con una exposición museográfica que ilustra la historia y la composición del campo de concentración de Dachau y que guía a sus visitantes a través del “camino del prisionero”. Su objetivo es preservar la evidencia de los crímenes del nacionalsocialismo, mantener vivo el recuerdo del sufrimiento de las víctimas y utilizar estos espacios como lugares de aprendizaje para las generaciones futuras.
¿Qué se puede esperar de una visita a Dachau?
La visita te permite conocer el búnker o la antigua prisión del campo, los cuarteles, las áreas de crematorios y las instalaciones / medidas de seguridad que se tomaban en el complejo, así como exposiciones (tanto temporales como permanentes) y, por supuesto, el escalofriante proceso de entrada y recepción de los prisioneros.
¿Qué se recomienda antes de ir?
Lo más importante es prepararse emocionalmente pues son horribles y altamente impactantes los detalles que se aprenden e ilustran durante el recorrido. Si vas a ir con un grupo, se recomienda verificar con anticipación la posibilidad de tener un guía privado y, sea cual sea el caso, es preferible que intentes estudiar el tema, aunque sea mínimamente, para comprender mejor su contexto. Dada la naturaleza de este lugar, también sugerimos que tus acciones rindan respeto a las víctimas y una buena forma de hacerlo es, por ejemplo, evitar hacer bromas crueles o tomar ‘selfies’ sonrientes.
Desde Cultoural.com te invitamos a aprender sobre este oscuro capítulo del pasado, para evitar su repetición en el futuro. Y, en caso de que no puedas ir físicamente, puedes hacer el recorrido virtual a través de: https://www.kz-gedenkstaette-dachau.de/virtual_tour.html
Fotos: © 2018. Maricha Martínez Sosa / Roland Liebetrau.