When thinking of Europe, we usually direct our minds to the most renowned cities such as Madrid, Paris, Berlin, Brussels, Rome or Amsterdam. But the old continent has an invaluable heritage that transcends its main capitals, with an impressive beauty and complexity from both the historical and cultural perspectives, which never cease to amaze those who venture to discover them. That is why we wanted to propose a route that visits 5 capitals, included in a-surprisingly-not so extensive strip of land and whose route becomes a dream itinerary for lovers of tourism.
This is the sketch of a ‘perfect roadtrip’ with a distance that hardly exceeds 10 hours of travel, crossing the borders of 5 countries and driving about 1,000 kilometers. The next time you have a free holiday week, ask yourself: how about knowing the other side of Europe?
Prague, Czech Republic
For many Prague is one of the most beautiful cities in Europe, a quick walk through its center shows the great architectural and cultural influence that has enjoyed since the Middle Ages. The magnificent monuments, its location on both banks of the Vltava River and the level of conservation of its structure, make this city something special and worth visiting. Metropolis of culture, art, science and politics, Prague has more than 1100 years of existence and its development serves as a living example of multiple architectural expressions, historical periods and design styles.
Bratislava, Slovakia
Bratislava, capital of Slovakia, is probably the only capital that borders two independent countries. Its castle is the symbol of this political, cultural and economic center, a huge rectangular building that stands on an isolated rocky hill is known as ‘Bratislavský hrad’. Most of the streets of Bratislava are pedestrianized, which makes the center and its alleys very interesting for those who love hiking.
Budapest, Hungary
Budapest, the capital of Hungary and one of the largest cities in the European Union, is considered one of the most beautiful cities in Europe. Since 1987, an extensive geographical area has been added to UNESCO’s’ World Heritage List ‘which includes the banks of the Danube, the Buda Castle district, Andrássy Avenue, Heroes’ Square and the Millennium Underground Railroad.
Zagreb, Croatia
Zagreb, capital of Croatia, is divided: Kaptol, Donji Grad (Lower Town) and Gornji Grad (Upper Town). The last two are connected by a cable car and you can visit the most important tourist attractions: the cathedral, the Ban Jelačić Square, the Lotrščak Tower (whose summit offers beautiful views of the city) and the Church of San Marcos, among others. In a brief tour, the passage of time is evident in the marked contrast of architectural styles.
Ljubljana, Slovenia
Ljubljana is the capital of Slovenia. One of its most recognized elements is the Ljubljanski Grad (castle that can be visited via funicular) and its many bridges and canals. The center of the city can be easily covered on foot, finding beautiful prints in almost all its alleys and especially at night due to the effect caused by urban lighting and water reflections.
La ‘otra’ Europa
Al pensar en Europa solemos dirigir nuestra mente a las más reconocidas ciudades como Madrid, Paris, Berlín, Bruselas, Roma o Amsterdam. Pero el viejo continente posee un invaluable patrimonio que trasciende a sus principales capitales, con una impresionante belleza y complejidad tanto desde la perspectiva histórica como desde la cultural, que no dejan de sorprender a quienes se aventuran a descubrirlas. Es por ello que hemos querido proponerte una ruta que visita 5 capitales, comprendidas en una —sorprendentemente- no tan extensa franja de tierra y cuyo recorrido se convierte en un itinerario de ensueño para los amantes del turismo.
Este es el boceto de un ‘roadtrip perfecto’ con una distancia que apenas supera las 10 horas de recorrido, cruzando las fronteras de 5 países y conduciendo unos 1,000 kilómetros. La próxima vez que tengas una semana de vacaciones libre pregúntate: ¿qué tal conocer la otra cara de Europa?
Praga, República Checa
Para muchos Praga es una de las más bellas ciudades de Europa, un rápido paseo por su centro muestra la gran influencia arquitectónica y cultural que ha disfrutado desde la Edad Media. Los magníficos monumentos, su ubicación en ambas orillas del río Moldava y el nivel de conservación de su estructura, hacen de esta ciudad algo especial y digno de ser visitado. Metrópolis de la cultura, el arte, la ciencia y la política, Praga cuenta con más de 1100 años de existencia y su desarrollo sirve como un ejemplo vivo de múltiples expresiones arquitectónicas, períodos históricos y estilos de diseño.
Bratislava, Eslovaquia
Bratislava, capital de Eslovaquia, es probablemente la única capital que limita con dos países independientes. Su castillo es el símbolo de este centro político, cultural y económico, un enorme edificio rectangular que se encuentra sobre una colina rocosa aislada es conocido como ‘Bratislavský hrad’. La mayoría de las calles de Bratislava son peatonales lo cual hace que el centro y sus callejones sean muy interesantes para los amantes de las caminatas.
Budapest, Hungría
Budapest, capital de Hungría y una de las ciudades más grandes de la Unión Europea, es considerada como una de las ciudades más bellas de Europa. Desde 1987 se añadió una extensa área geográfica en la lista de ‘Patrimonios de la Humanidad’ de la UNESCO que incluye las orillas del Danubio, el barrio del Castillo de Buda, la avenida Andrássy, Plaza de los Héroes y el ferrocarril subterráneo del Milenio.
Zagreb, Croacia
Zagreb, capital de Croacia, está dividida: Kaptol, Donji Grad (Ciudad Baja) y Gornji Grad (Ciudad Alta). Las dos últimas están conectadas a través de un funicular y en ellas se pueden visitar los más importantes atractivos turísticos: la catedral, la Plaza Ban Jelačić, la Torre Lotrščak (cuya cima ofrece hermosas vistas de la ciudad) y la Iglesia de San Marcos, entre otros. En un breve recorrido se evidencia el paso del tiempo en el marcado contraste de estilos arquitectónicos.
Liubliana, Eslovenia
Liubliana es la capital de Eslovenia. Uno de sus más reconocidos elementos son el Ljubljanski Grad (castillo que puede visitarse vía funicular) y sus numerosos puentes y canales. El centro de la ciudad puede recorrerse fácilmente a pie, encontrando hermosas estampas en casi todos sus callejones y especialmente en la noche debido al efecto causado por la iluminación urbana y los reflejos del agua.